Cada domingo tu bandeja de entrada se llevará una alegría
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Esta vez sí me ha pasado.
Mira. Cuando me planteo el tema para escribir el domingo y no estoy cómodo con él, busco "cosas relacionadas" en internet.
A veces en Google, a veces twitter, youtube, otras redes...
Encontrar las opiniones de otras personas me ayuda a "sacar la zodiac" y dejarme llevar por la corriente del río del pensamiento.
A veces no encuentro nada. Otras, si retuerzo los conceptos de búsqueda, aterrizan delante de mi genialidades.
Ha sido un regalo divino encontrarse con Joan Westenberg.
Su punto de vista, que es también una definición, ha cambiado el sentido de lo que hoy te cuento:
Si te gusta el contenido de este newsletter, estás a este tuit de distancia de que tus colegas también lo disfruten.
Abajo del todo, recursos para pasar una tarde entretenida.
Joan dice que ha querido construir muchas cosas, no sólo ser developer: desde tocar la batería en bandas punk a decorar skateboards.
Ella ve en el NoCode una oportunidad.
Una aproximación sin código no implica una gran inversión en I+D, es un camino de menor resistencia.
Cree en la democratización de internet y habla, sin complejos, de la brecha digital.
Las personas que logran tener una educación completa tienen más oportunidades. Las que, como ella, tenían que sudar la camiseta y aprender a programar entre turnos de McDonald's, lo tienen más difícil.
Así cruzar la línea está más lejos.
Ella no quiere que nadie que tenga una idea y un sueño se quede sin poder realizarlo porque el objetivo esté tan lejano que tenga que tirar la toalla.
Después de leer el artículo de Joan, quedé tocado.
Intenté ponerme en la piel de quien no controla lo que pasa por debajo del software.
Me sentí por un momento poderoso (demasiado), porque yo sí creo saber los mecanismos que las mueven.
Pero luego comprendí el esfuerzo y sacrificio que mi familia tuvo que hacer para que yo logrará tirar tres líneas de código con sentido.
Las herramientas nocode hacen sentir poderoso al que atisba en ellas la posibilidad de ejecutar una idea. Tomar el control.
Da igual lo que haya en las tripas de esas aplicaciones, lo importante es que alcanzan el nivel suficiente para hacerlas útiles.
Exactamente igual que cuando tienes las piezas del Tente (Lego para las generaciones posteriores). Adquieres una posición privilegiada donde el flujo creativo puede transformar la idea en realidad.
Como developers deberíamos aprender, mucho, de la parte visual, de la UI de estas webapps.
Hasta el nocode más malo hace esfuerzos titánicos por mejorarse.
El modelo de negocio se basa en tener usuarios de pago que se acoplen a la herramienta. Si es difícil de manejar, complicada de entender o da fallos que no se entienden, los usuarios se piran a otra.
"Ya, ¡pero es que eso cuesta!"
Claro que es costoso, pero es una nueva curva de aprendizaje a la que deberíamos enfrentarnos.
Porque al final nuestro código va a ser consumido por "algún ente". Usuarios finales, muchas veces, otros developers, también e, incluso, agárrate a la silla, por ti mismo.
Así que para que otros sientan el control, te invito a que imites o investigues como construyen acciones concretas aplicaciones nocode como Airtable, Zapier, Notion o Integromat.
Precisamente en Integromat tengo funcionando algunas tareas del núcleo de mi negocio online. Y reconozco sin paños calientes que me he equivocado al hacerlo.
Mañana en el episodio del podcast premium contaré con detalle cómo y por qué he llegado a la conclusión de que ha sido un error.
Sigo sumergido en la reflexión del incio, tirando del hilo.
El mayor impulso del nocode viene de la comunidad de makers digitales. Personas a las que las apasiona crear cosas.
Quieren probar un producto mínimo viable (MVP), saber si la idea que tienen podría salir adelante, tener feedback e interés ajeno.
Todo esto va de la mano de la rapidez para salir a producción y suele ir asociado a una pequeña capacidad de inversión.
No se quiere poner pasta en algo que no se sabe si va a funcionar.
Normal.
El nocode encaja como un guante en ese nicho y, de hecho, las ofertas de AppSumo parecen siempre dirigidas a este tipo de perfil.
Aquí se rompen barreras.
Si la idea prospera y crece, ¿qué pasará con esas herramientas elegidas para hacerla funcionar?
Seguro que en algunas de ellas hay que pasar al primer o segundo plan de pago, la tarjeta se estira.
Luego en muchas ocasiones necesitarás acoplar nuevas funciones, igual que en un proyecto de software normal: enviar mails, guardar información, generar colas, responder a acciones, mover dinero...
Usarás, como me ha tocado a mi, hubs de conexiones entre software online como Integromat o Zapier.
La lógica de ese proyecto cada vez será más intensa.
El núcleo donde se toman las decisiones es el lugar donde el valor de tu aplicación es más alto.
Y ahí el nocode empieza a rozar la necesidad del sicode.
Sistemas como Airtable ya nos dejan introducir código en cajas específicas, para tomar el control. Estamos llegando a la puerta del LowCode.
Llegamos ahí a la perspectiva más compleja, ahí nadie quiere perder la posibilidad de hacer crecer el negocio, de construir un edificio más alto y aumentar los beneficios.
El único camino posible: el desarrollo personalizado.
Y ahí entras tú, developer en pantuflas.
¿A qué alguna vez has picado código en zapatillas de andar por casa? Pues eso ;)
La Comunidad Malandriner comparte recursos que compartimos a través de telegram. Son tan buenos que tienen que salir de allí, aunque sea en píldoras malandriners.
Sergi nos enviaba la presentación de Rich Harris titulada Rethinking reactivity (slides) donde habla de como funciona SvelteJS y la reactividad de Excel. A mi me ha encantado.
¡Nos leemos el próximo domingo!