Cada domingo tu bandeja de entrada se llevará una alegría
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"Elige tu propia aventura" era una colección de libros ochentera donde éramos dueños del destino de sus personajes.
Quiero que hoy hagamos un homenaje y decidas el destino de esta niusleta eligiendo el camino del próximo domingo. La dominación del mundo mundial está en tu mano, en tu clic.
Esta aventura tiene mucho que ver con la generación de ideas, la ejecución de proyectos y lograr un éxito.
Te contaré una historia…
Ya va. Al final de la historia encontrarás:
Aterrizó de bruces en un sembrado de patatas.
Allí no había nadie para escuchar tal estruendo y salió como pudo del amasijo de luces, metal y líquidos verdes.
Tenía brazos, piernas y pelo en la cabeza. Era como un ser humano, sobre todo porque vestía sandalias con calcetines, leggins de media pierna y túnica corta hawaiana. Diseñaron su unidad para aterrizar en la Costa del Sol, se ve que algo falló.
El alienígena parecía comprobar algo importante en una pantalla adosada al brazo, casi imperceptible, pero estaba borrosa. Partió de la lejana galaxia MACS J1149+2223 y, ahora, después de años luz a paladas, va y se rompe.
Vio la luz de la ciudad y se encaminó hacia ella por una carretera estrecha. Revisando su cerebro central (tenía 3 o 4, tantos como estómagos) comprobó que parte de su aprendizaje se había perdido. Otro permanecía intacto.
Sabía a qué olían las nubes y 328 lenguajes de programación al dedillo.
Pero no recuperó la memoria sobre el secreto de la Coca-Cola ni tampoco su nombre.
Decidió elegir uno. El mas grande que viera. Se topó con un cartel de publicidad lleno de luz que decía: "AJAX. Ultra aroma pomelo".
– Elijo llamarme Ajax, que el pomelo amarga.
Alienígena pragmática, sin duda.
Dominar el mundo y abrir así a los de su especie la puerta para colonizar y destruir a todo bicho viviente en el planeta.
Esa era la misión de Ajax.
A ver si te crees que iba a hacer un viaje tan largo para compartir sus conocimientos y buscar la paz y bla bla bla.
Sabía que el primitivo sistema humano de ordenadores interconectados se controlaba mediante software y que allí residía su principal debilidad.
Quería venírsele a la boca el nombre del software que tenía que hackear para completar su misión con éxito en 3 semanas.
Recordaba algo así como "yutuve", pero nada, no daba con ello.
Tendría que improvisar aunque, con el estómago vacío, era imposible.
Ajax percibió un olor agradable. Era una panadería de esas que siempre tiene bocadillos calientes, aunque sean de cartón. Pidió 17 y sintió que le miraron extraño al pagar con la muñeca.
Los devoraba sentado en el parque cuando observó que un humanoide en bicicleta llegaba por alguien que pilotaba con unas luces rojas en el casco, recogía un pedido, lo metía en una bolsa amarilla y salía pitando con las luces rojas parpadeando.
– Qué bueno, aún llegarán calientes...
A Ajax se le encendió una bombilla. Literalmente, porque tenía una en su cabeza.
Sabía que proyecto tenía que hacer para dominar el mundo:
La opción ganadora será la continuación de la historia el próximo domingo. No está escrita, tú decides.
Vota y decide cómo dominar el mundo.
Igual que le pasa a Ajax en la historia debería de ocurrirte a ti y también a mi.
La peor enemiga de la ejecución de un proyecto personal de lo que sea es esta frase: "Tengo todo el tiempo del mundo".
Así no dominarás ni el mundo ni el proyecto.
Aunque sea una palabra fea hay que colocar restricciones al pensamiento y a la ejecución para lograr el propósito.
De tiempo.
Ponte un plazo ridículamente corto para comenzar o avanzar al siguiente hito. Una semana, 5 días, el fin de semana. Es probable que no lo logres, pero me apuesto un alienígena contigo a que avanzarás más que si no lo planteas de esa forma.
De magnitud.
Conozco muchas de vuestras ideas, quizás la tuya en particular. Infinidad de ellas son buenísimas, pero inalcanzables en la vida real donde hay grandes artistas invitados: el trabajo, la familia, la vida social, los achuchones…
Divide tu gran tesoro, tu idea, en partes más pequeñas. De nuevo, muy pequeñas. Es difícil, lo sé. Quédate con una y sigue por ahí hasta que la termines.
De soledad.
Los proyectos personales son, por definición, bastante solitarios. He visto en nuestro Grupo Intensivo que el factor de comunidad favorece el progreso. No solo por compartir un propósito común, si no el hecho de contar a otras personas lo que vas a hacer y, mejor aún, lo que has hecho.
A poca gente le importará lo que haces. Pero si invitas a café o llevas bombones te harán más caso.
La 💊 píldora malandriner de esta semana llega de la mano de Ramón. Un buscador con la descripción y el nombre técnico (¡por fin!) de cada operador de JS. Por rebuscado que sea, aquí lo encontrarás.
Lo que más me ha gustado de terminal.sexy es su botón de “randomiser” para conseguir combinaciones únicas para importar en la terminal. Sufres un poco el efecto “nave espacial”, pero es fácil que se te ocurra una buena idea jugando con ella.
Quizás no hayas necesitado algo así, hasta ahora. Esta librería agnóstica te deja meter un badge, un vídeo o hasta una webcam en el favicon que se ve en la pestaña del navegador. ¿Útil? Si tienes una webapp apuesto que si.
Los ‘boilerplate’ me hacen temblar, porque a veces no cumplen con lo que se espera de ellos. Fireship parece maduro. Se basa en Hugo, Angular, Firebase y Cypress para crear un conjunto rápido con una plataforma de cursos como ejemplo.
Una alternativa al poderoso Shopify para que haga el juego de gestionar un ecommerce y poder interactuar con él desde cualquier storefront. Estas plataformas están sufriendo una mutación muy interesante para ser competitivas.
Y para rematar el tutiplén:
¡Nos leemos el próximo domingo!
Mañana no te pierdas el nuevo episodio de Escuchando Newsletters de Chus Naharro. Si te gusta lo que aquí lees, mañana te gustará mucho más ;)